El cerebro humano siempre se adapta a las demandas de los cambios estructurales y funcionales (neuroplasticidad) que en pocas palabras es el aprendzaje y adquisición de nuevas habilidades. Diversos estudios demuestran que la actividad física facilita la neuroplasticidad de ciertas estructuras cerebrales y de esta manera ayuda a las capacidades cognitivas.

 

De esto surgen varias preguntas como mejorar los mecanismo de neuroplasticidad para mejorar el aprendizaje y al memoria, evitar el deterioro cognitivo durante toda la vida y mejorar la recuperacón después de una lesión cerebral.  En los últimos años la evidencia sugiere que la actividad física y el ejercicio físico es útil para facilitar estos procesos.

 

La actividad física se define como “Cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere gasto de energía”, mientras que el ejercicio físico es una “subcategoría de la actividad física que se planea, estructurado, repetitivo y con un propósito en el sentido de que la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física  es el objetivo”.

 

En las últimas  décadas, la evidencia científica ha demostrado que las personas físicamente activas  presentan un mejor rendimiento cognitivo o académico. Otros estudios de tipo longitudinal demuestran que las personas en la edad de 36 años que realizan ejercicio físico presentan una menor tasa de deterioro de memoria entre 43 y 53 años de edad, igualmente las personas que realizan ejercicio entre los 36 y 43 años tienen una menor decadencia de la memoria a los 53 años de edad.

 

La evidencia científica también ha sugerido que el ejercicio aeróbico hace que hayan mayores aumentos en las funciones ejecutivas, atención, memoria y la velocidad de procesamiento; también deben tenerse en cuenta programas de ejercicio que involucren no solo el ejercicio aeróbico el cual modula el hipocampo, sino también la coordinación y de resistencia ya que se ha demostrado que mejora una tarea de búsqueda visual. Es por esto que el ejercicio físico se asocia con las funciones cognitivas principalmente en la edad que estas disminuyen.

 

En los adultos mayores se ha demostrado que el ejercicio aeróbico mejora la proliferación de nuevos vasos sanguíneos haciendo que el  cerebro obtenga mayor cantidad de oxígeno y de esta manera mejora sus funciones. Combinar ejercicio físico con desafíos cognitivos como por ejemplo trotar en la banda sin fin e ir sumando hace que mejore la neurogenesís del cerebro.

 

En conclusión la literatura apoya que realizar actividad física tiene efectos beneficiosos en la cognición mediante la mejora la neuroplasticidad y enfermedades relacionadas al deterioro cognitivo.